La instalación videográfica de Magdalena Fernández reinterpreta los metaesquemas de Helio Oiticica para realizar una reflexión en torno a los elementos y mecanismos que transforman nuestra experiencia del espacio: luz, color y movimiento. A través de la proyección, en las distintas superficies de un espacio cerrado (el piso inclusive), de unos videos en los que los “metaesquemas” están recreados desde unas figuras geométricas coloreadas que cambian continuamente de lugar y disposición, y que se encuentran y se alejan entre si permanentemente, esta obra activa y dinamiza, de forma siempre imprevisible, la estructura formal del espacio, disolviendo las coordenadas de distancia y los puntos de referencia. De este modo, en el encuentro de las diversas proyecciones la luz convertida en formas de color se instala y se sitúa como el lugar mismo desde el que se hace el espacio.

El encuentro y desencuentro constante de las diversas proyecciones produce un conjunto infinito de permutaciones que hacen estallar las superficies y las fronteras físicas del espacio, ilimitándolo formal, visual y perceptivamente. Estas formas de color que se desplazan dinamizando el espacio, recogen reflexivamente y radicalizan esas preocupaciones de Oiticica por abrirse a la elaboración de una pintura que se realice y opere más allá del cuadro, y que de lugar a una situación para poetizar sus propios fundamentos, haciendo patente el juego de intuiciones y gestos sensuales que la constituyen.

Sandra Pinardi
texto de sala 1iHO008
Arco Madrid 2008

 
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