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2iPM009
" ... En el marco general de producción teórica en la X bienal de Cuenca, el trabajo de Magdalena Fernández penetra los capítulos de la memoria y las poéticas del agua. Fernández se ha destacado en Venezuela como una de las más prominentes creadoras de las nuevas generaciones en el arte, conjugando en su obra el legado
de la abstracción geométrica, en correspondencia con estructuras más orgánicas de la naturaleza y el paisaje. Se
trata de una manera de asimilar el legado moderno, tanto en sus aspectos racionales-formales, como en sus representaciones más poéticas y orgánicas.
Específicamente en la cultura visual venezolana, la tradición del abstraccionismo geométrico es una de las referencias de mayor peso, valores y aportes a través de grandes nombres como Jesús Soto, Alejandro Otero o Gego. Magdalena retoma esos aportes y reconstruye espacialmente un nuevo modelo de superficie con una importante carga de sentidos procedentes del mundo natural, rompiendo así el rigor de una geometría que parece desaparecer, suspenderse y moverse libremente en el espacio. El
resultado es una especia de dibujo en movimiento creado a través de la proyección de la luz, el color y la imagen dentro de recintos oscuros. El agua representa un elemento clave para la presencia del movimiento, para construir una suerte de poética del agua. Se b
asa en el líquido elemento, en el reflejo de la luz sobre su superficie, en su transparencia, en el movimiento de la luz, en los reflejos que se quiebran. Se
trata de crear, sobre todo, una atmósfera que traduzca, en lenguaje geométrico, la sensación del agua.
Entre los aspectos más interesantes de este trabajo se encuentra la posibilidad de renovar y replantear los alcances de la pintura y el dibujo a través de herramientas tecnológicas. Fernández no abandona las disciplinas clásicas de la creación, sino que le proporciona nuevos rumbos a la composición, la estructura lineal y los ritmos cromáticos. 2iPM009, 2009, pertenece a la serie de Pinturas móviles. En esta obra, el efecto de sonido de lluvia va poco a poco creciendo a medida que las líneas y puntos se apoderan de la superficie, incorporando al espectador dentro de un entorno poético y, a la vez, intranquilizador. Lo más importante en ella es la resolución técnica tan precisa para representar un paisaje local en el espacio, sin abandonar los términos de la abstracción. Los
detalles precisos de la lluvia en el trópico mantienen su ritmo anecdótico dentro de un esquema netamente abstracto. La
pieza se comporta como una obra de arte total con una multiplicidad infinita de registros".
María Luz Cárdenas
2009
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